Los niños experimentan muchos cambios que pueden suponernos dificultades para identificar la causa, adaptarnos a ellos, conocer nuestra responsabilidad en los mismos o no saber cómo reaccionar.

Que un niño acuda a terapia supone enormes beneficios en cuanto a su desarrollo y bienestar. Desde la terapia se incrementa la educación en positivo y se ayuda a fomentar conductas que facilitarán su transición a la adolescencia y etapa adulta.

En nuestros pequeños, podemos notar alteraciones en el estado de ánimo, más rabietas, más enfrentamientos, dificultad para realizar las tareas o acatar normas, hiperactividad, ansiedad por separación, dificultades para relacionarse con sus iguales, seguido de un largo etcétera.

Para poder realizar los cambios necesarios con el objetivo de un mayor bienestar y una sana convivencia, debemos realizar una amplia evaluación del menor y del entorno, colaborando siempre que se pueda en la triada padres- profesores y terapeuta, persiguiendo todos el mismo objetivo: ayudar al niño. Lo hacemos desde la terapia de juego, yendo a parques juntos, haciendo manualidades y diferentes actividades de manera dinámica, puesto que así conseguimos que el niño se sienta más cómodo y seguro.

¿Cómo procedemos ante una terapia infantil?

• Ponte en contacto con nosotros y cuéntanos qué te preocupa respecto a tu hijo
• La primera entrevista será con los padres. Puede acudir uno de ellos, pero necesitaremos el consentimiento firmado de ambos, o en su caso tutores legales
• Si el niño es menor de 6 años, trabajaremos exclusivamente con vosotros y la escuela
• Si es mayor de 6 años, la siguiente consulta será con vosotros y el niño
• Una vez realicemos las evaluaciones necesarias para vuestro caso, os plantearemos un plan de tratamiento con el que estéis cómodos
• Os daremos pautas y feedback al final de cada sesión